La fallida decisión de un grupo de concejales de Concepción de designar media docena de familiares suyos en cargos recientemente creados en la planta permanente del cuerpo se ha convertido en una verdadero condicionante para los representantes vecinales.

Durante la última sesión, se trató un proyecto para designar a un asesor letrado del Concejo Deliberante. La propuesta era nombrar a Héctor Gramajo que viene cumpliendo con ese papel, pero sin integrar la planta de personal. Es decir, cumple esas funciones por medio de un contrato temporario, según detalló el presidente del cuerpo, Alberto Comaschi.

Al final, el proyecto volvió a comisión para que se analicen sus antecedentes.

Como se recordará, los ediles decidieron elevar el plantel de empleados efectivos de los ocho cargos con los que cuenta desde 1983 a un total de 23 puestos. Luego, mediante un decreto del Concejo, resolvieron que seis de esos 15 nuevos cargos serían para parientes directos de los ediles Juan Carlos Sarachaga, José Alberto Agüero, Pedro Nicolás Albornoz, Dora de Bueno y Gerardo Miranda.

Cuando esa medida llegó a la Casa de Gobierno, el ministro del Interior, Osvaldo Jaldo, la rechazó y determinó que la Provincia no liquidaría esos sueldos, por cuanto los nombramientos violaban el Pacto Social, que congela las plantas de personal de los municipios.

Finalmente, los concejales hicieron renunciar a sus familiares.